El cariño y los mimos son ingredientes fundamentales en la construcción de la autoestima y la seguridad de los cachorros. Un beso, un abrazo, una caricia... cualquier gesto cariñoso le ayudará a sentirse querido y aceptado. Cuando le estrechas en un abrazo, el pequeño se siente seguro, como en la barriga de su mamá. Los besos son regalos preciosos para ellos, y una caricia equivale a la promesa "nunca te abandonare".
Constituyen una ayuda para vencer los miedos y le aporta confianza hacia el mundo que le rodea.
¡No hace falta que le asfixies con los achuchones! Por ejemplo, mientras juega, pasa junto a él de vez en cuando, y acaríciale o mírale con una sonrisa.
Libera la ternura que hay en ti, antes de ir al trabajo, así, entenderá cuánto le quieres y aprenderá que se puede estar cerca, incluso en la distancia.
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